Partiré de la base de que un poder lleva implícito una gran responsabilidad y de mi punto personal que como sumisa adoro el control. También de la base de que la cesión del control puede ser revocada en cualquier momento si crees que se está haciendo un mal uso de ese poder.
No he dado nunca acceso a mis finanzas (ni siquiera a mis parejas vainillas), he mantenido siempre independencia económica y sé administrarme perfectamente. Pero como sumisa me gusta el control sobre mis compras, tener que pedir permiso para comprar cualquier capricho o ropa. Es malo ese control? Para mí no, porque disfruto que sea así y porque tiene ese poder lo dosifica según su criterio como parte del juego. Podría convertirse en un abuso si la parte Dom prohibiría reiteradamente comprar cualquier cosa? Podría, pero como cualquier otra dinámica dentro de una Ds cuando se hace un mal uso de ella. No sufro ningún daño por tener que elegir solo una falda de las dos que me gustan o esperar un mes para comprarme un vestido nuevo que realmente no me hace ninguna falta. Lógicamente, hablo de mis caprichos. Nunca he tenido que pedir permiso y no lo aceptaría para comprar ropa o darle un capricho a mi hijo. Y evidentemente tampoco para llenar la nevera, reponer una bombilla o llenar el depósito de gasolina si tengo que hacer un viaje de trabajo.
Vamos ahora a otro tipo de control: ocio, salidas y amigos. Me gusta pedir permiso para salir aunque sea a tomar café con una amiga. Obviamente me gusta que me den permiso, pero también que me pongan condiciones y que alguna vez me lo nieguen con razón argumentada o no. Podría convertirse en un abuso si la parte Dom prohibiera reiteradamente salir y quedar con otra gente? Efectivamente, pasaría de ser un control de una sumisa con sentido común a ser maltrato por aislamiento de una víctima. Hay que tener cabeza, pero también para usar un látigo. El día que me dijeron que no tenía que pedir permiso para nada y que podía hacer lo que quisiera porque ya era mayorcita y confiaba en mí, mi niña interior salió corriendo, pero como también saldría corriendo la tercera vez consecutiva que no me dejaran salir a ver a mis amigas. Y volvemos a excluir todos los temas de trabajo y familia. Mi hermano me llama que tiene un problema y no tardo ni dos segundos en salir corriendo a verlo. Del mismo modo que si se presenta una amiga a tomar café en casa, no espero a abrir la puerta a que me dé permiso mi Amo.
El sentido común tiene que estar presente en las dos partes de la relación. No podemos dejar toda la responsabilidad en la otra parte ni ceder terrenos que no queremos ceder. Cada cual sabe lo que disfruta haciendo, lo que le daña y lo que está dispuesto a probar solo para ver.
Y llegamos al tema del día, las redes sociales. A mí me gusta que mi Amo sepa todo lo que escribo aquí. Sabe con quien me llevo bien con quien no, con quien hablo con más frecuencia, pero no sabe mi contraseña ni tiene acceso a mi cuenta ni a las conversaciones privadas. Porque para eso son privadas y afectan a una tercera persona que no tiene el compromiso de transparencia que tengo yo con mi Amo. Me parecería una violación tremenda de la privacidad, que no me gustaría que me hicieran a mí y que por tanto yo no hago tampoco a otros. Me parece mal que alguien comparta su cuenta con su Amo/a? No, siempre que se sepa de entrada que ambas personas tienen acceso a la cuenta y a las conversaciones privadas y siempre que esté dentro del ámbito BDSM y no sea todas las redes sociales y canales de comunicación. Para mí, no es lo mismo, dar acceso a esta cuenta donde solo interactúo con personas que entienden una relación Ds, que dar acceso a mi whatsapp que hay conversaciones con familiares, grupos del trabajo, amigos vainilla… Necesito guardar un espacio mío que mantenga mi cordura.
Un tema que me preocupa bastante es que muchas veces este control sobre todas las redes se da a una persona a quien nunca has visto y de la que solo conoces un nick y con la que no puedes contactar fuera de aquí, porque así te lo exigen desde el principio de la relación virtual. Por favor, mucho sentido común y mucha calma. Todos nos hemos dejado llevar alguna vez por un calentón, pero seamos prudentes y el acceso a toda nuestra vida familiar y laboral a alguien a quien realmente no conocemos y que puede desaparecer sin dejar rastro después de hundirnos.
Para terminar este hilo, quiero volver a recalcar que el control se cede, no se arrebata por imposición, y puede revocarse en cualquier momento que la situación no te haga sentir cómoda. Ceder el control no es una carta blanca por vida.
Muy bien expresado. Como se suele decir, un gran poder comporta una gran responsabilidad y ambas partes tienen que ser conscientes y responsables de sus actos. El dominante, actuando con criterio y de forma razonable, y la sumisa, atenta a posibles señales de abuso por la parte dominante. Si se respetan las condiciones consensuadas, todo lo demás fluye solo.
Leer tu relatos hacen que añore los años en que mis hijos, pequeñitos, necesitaban de amor y cuidados y de alguien que les educara, pero sin consentirles.
Me gustaMe gusta
Dejemos a los menores de edad fuera de este blog, por favor.
Me gustaMe gusta