Necesito tu mirada cómplice,
tu sonrisa de satisfacción,
tu barba acariciándome suave,
tus manos apretando fuerte.
Necesito el calor de tus pies,
sentir el frío del suelo,
la calidez de tus abrazos,
la frialdad de mi llanto.
Necesito sentir
el placer de la obediencia
una vez más.
Necesito sentirme
pequeñita a tus pies
y segura entre tus brazos.
Necesito sentirme
tan fuerte y tan frágil,
tan yo y tan feliz.