– ¿Era guapo?
– Era casi tan bonito por fuera como por dentro.
– ¿Era guapo?
– Aún me tiemblan las piernas cuando pienso en sus besos.
– ¿Era guapo?
– No comenzaba el día hasta que no se aseguraba de que sonreía.
– ¿Era guapo?
– Conseguía que olvidara todas mis penas con su sonrisa.
– ¿Era guapo?
– Inventaba cada noche una historia nueva y me la contaba hasta que me quedaba dormida.
– ¿Era guapo?
– Me hacía reír como una niña y gemir como una mujer.
– ¿Era guapo?
– Conseguía dominar mis demonios y calmar mis miedos.
– ¿Era guapo?
– Aún se me dibuja una sonrisa en la cara cada vez que oigo su voz.
– ¿Y por qué lo olvidaste?
– Nunca lo olvidé…